Cuando en los años noventa la derecha en el país, o sea los socialcristianos, se quedó sin un discurso para venderle al pueblo, recurrió incluso al plagio, poniendo ideas de izquierda como conceptos propios y trató de blanquear su imagen promoviendo el capitalismo con rostro humano. Pero como llegaron tarde al reparto de ideas nuevas, tuvieron que empezar a gobernar por medio de otra parte de la derecha, que asolapadamente se definía como un partido que estaba con la justicia social, frasecita que logró engañar a muchos. Me refiero a los demopopulares, que cuando cambiaron sus conceptos ideológicos de justicieros sociales, por el de economía de mercado, lo hicieron desde las sombras, no traicionando así su devenir político, que luego de décadas les impone un sello tenebroso del cual han nacido los peores robos económicos, éticos y morales, del país. No hace mucho, como el otro nombre estaba muy desprestigiado, decidieron volver a sus origenes y se volvieron a llamar democristianos, con falange y todo. Símbolo éste que está muy bien documentado y asociado con el fascismo en Europa y que también identifica a los socialcristianos, como sus hermanos, con el mismo apellido de cristianos, bajo el amparo de la Iglesia. Porque si no fuera así, serían demomusulmanes o demobudistas y los otros socialmusulmanes o socialbudistas.
Estos últimos treinta años, los dos grupos han gobernado en el país, algunas veces electos, otras desde las sombras, pero siempre unidos, sobretodo en los momentos más críticos para ellos, que siempre tienen que ver con sus intereses económicos. Como muestra está la Constitución del 98, que les sirvió para el feriado bancario, la dolarización, la base de Manta y anteriormente, la sucretización de la deuda propia y socialcristiana, más un sinfín de leyes arregladas en contra del pueblo ecuatoriano y del país, que les tomó varias décadas. Ahora en la Asamblea Constituyente son los causantes de las demoras y de las exigencias de democracia a gritos. Estrategia que siempre les funcionó en todos los congresos, además de la más vieja de todas: demorar con artificios y discursos innecesarios a la Asamblea, para que no logre cambiar todo lo que tiene que cambiar. Así ganan tiempo, hasta que los medios de comunicación impriman en la mente del pueblo, lo que ellos quieren que se imprima.
Y la pata más nueva de la derecha, pero no por eso menos fascistoide en sus prácticas, ayuda en la desviación de las cosas importantes de la Asamblea, con los Quicos Gutierrez, que nacen como una corriente que sirve para todo, para lo que sea: mentir, robar, sobornar, escandalizar, pero especializados en la mentira, un poco más burda, un poco más rústica; con la misma finalidad de sus primos directos, los democristianos y los socialcristianos: la voracidad por el poder y la codicia sin límites que los ha mantenido unidos siempre.
Si ellos han estado gobernando al estado alternadamente, durante treinta años, ¿qué nos puede hacer pensar que desaparecieron de las estructuras más sensibles del mismo? Los democristianos ya sabemos que están adaptados a la oscuridad como los vampiros y que como ellos atacan sólo desde las sombras. ¿Y los socialcristianos están tan entretenidos defendiendo su provincia independiente del país, que están ajenos al tránsito del estado actual? Para desagstar a la revolución ciudadana, los Quicos han hecho bulla y se han inventado todo tipo de patrañas, por lo cual son la parte caricaturesca de la derecha, pero no por eso menos dañina. Además, todos sabemos que siguen enquistados en el estado, incubando a las nuevas termitas que van socabando las bases de los cambios, sin apuro, pero sin pausa.
¿Podemos dormir tranquilos sabiendo que las avispas no han dejado sus nichos en el avispero? ¿Qué los vampiros siguen con la caverna intacta y que se están preparando para ganar en las próximas elecciones, a como dé lugar, las dignidades del nuevo congreso, alcaldías, prefecturas,etc.? ¿No sería urgente una investigación seria a nivel de gobierno para identificarlos? Es muy difícil mezclar el aceite con el agua, el resultado de batirlos juntos es un líquido turbio.
Por eso camarones, si no se duermen, no se los llevará la corriente.
Estos últimos treinta años, los dos grupos han gobernado en el país, algunas veces electos, otras desde las sombras, pero siempre unidos, sobretodo en los momentos más críticos para ellos, que siempre tienen que ver con sus intereses económicos. Como muestra está la Constitución del 98, que les sirvió para el feriado bancario, la dolarización, la base de Manta y anteriormente, la sucretización de la deuda propia y socialcristiana, más un sinfín de leyes arregladas en contra del pueblo ecuatoriano y del país, que les tomó varias décadas. Ahora en la Asamblea Constituyente son los causantes de las demoras y de las exigencias de democracia a gritos. Estrategia que siempre les funcionó en todos los congresos, además de la más vieja de todas: demorar con artificios y discursos innecesarios a la Asamblea, para que no logre cambiar todo lo que tiene que cambiar. Así ganan tiempo, hasta que los medios de comunicación impriman en la mente del pueblo, lo que ellos quieren que se imprima.
Y la pata más nueva de la derecha, pero no por eso menos fascistoide en sus prácticas, ayuda en la desviación de las cosas importantes de la Asamblea, con los Quicos Gutierrez, que nacen como una corriente que sirve para todo, para lo que sea: mentir, robar, sobornar, escandalizar, pero especializados en la mentira, un poco más burda, un poco más rústica; con la misma finalidad de sus primos directos, los democristianos y los socialcristianos: la voracidad por el poder y la codicia sin límites que los ha mantenido unidos siempre.
Si ellos han estado gobernando al estado alternadamente, durante treinta años, ¿qué nos puede hacer pensar que desaparecieron de las estructuras más sensibles del mismo? Los democristianos ya sabemos que están adaptados a la oscuridad como los vampiros y que como ellos atacan sólo desde las sombras. ¿Y los socialcristianos están tan entretenidos defendiendo su provincia independiente del país, que están ajenos al tránsito del estado actual? Para desagstar a la revolución ciudadana, los Quicos han hecho bulla y se han inventado todo tipo de patrañas, por lo cual son la parte caricaturesca de la derecha, pero no por eso menos dañina. Además, todos sabemos que siguen enquistados en el estado, incubando a las nuevas termitas que van socabando las bases de los cambios, sin apuro, pero sin pausa.
¿Podemos dormir tranquilos sabiendo que las avispas no han dejado sus nichos en el avispero? ¿Qué los vampiros siguen con la caverna intacta y que se están preparando para ganar en las próximas elecciones, a como dé lugar, las dignidades del nuevo congreso, alcaldías, prefecturas,etc.? ¿No sería urgente una investigación seria a nivel de gobierno para identificarlos? Es muy difícil mezclar el aceite con el agua, el resultado de batirlos juntos es un líquido turbio.
Por eso camarones, si no se duermen, no se los llevará la corriente.
1 comentario:
Me parece interesante el contenido de este artículo, porque desenmascara a los partidos políticos de derecha que siempre han hecho todo oculto y que con las excusa de que es por el pueblo, los únicos beneficiados son los de la derecha. La izquierda tiene que quitarse las vendas y ver quienes son estos para no permitir que sigan haciendo daño.
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