sábado, 21 de junio de 2008

Mundo bífido


El capitalismo, ahora que está llegando a su máxima expresión, poniendo por delante al dios mercado, como solucionador, de todos los males de la humanidad, nos muestra con más claridad que nunca su rasgo más perverso: el de la codicia. Tiene la facultad de sacar lo peor de los seres humanos en aras de una mejora económica, a la que más encima se permiten defender como un derecho, porque ellos son más trabajadores y esforzados que el resto.
En esta contaminación humana han caído, hasta los médicos, bueno no es la primera vez que cooperan con, situaciones abyectas. La historia lo tiene documentado, pero este es un tema, para tratar más adelante.
Si vemos las cosas desde su verdadera óptica, y nos tomamos un poquito de tiempo para procesar toda la información que nos llega, nos podremos dar cuenta de la descomposición ética y moral hacia la que caminamos a paso firme, con nuestros gobiernos e instituciones, locales y mundiales.
El capitalismo se ha desdoblado con su última metamorfosis, en mafias que controlan, compran y venden de todo: órganos vivos de gente viva, armas, droga, niños, emigrantes, ballenas, delfines, tiburones, en fin la lista es muy larga para nombrarla toda, pero estimado lector todo lo que a usted se le ocurra y tenga una carga de inmoralidad y falta de ética, en este planeta se convierte en negocio, por la libertad del mercado. No faltarán los cínicos que digan, ¡pero somos libres!
Hace años acá en Quito leí un graffiti que decía: periodista tú que te la pasas la mitad del tiempo hablando de lo que no sabes y la otra mitad del tiempo ocultando lo que sí sabes, ¿cómo te puedo creer?
Sabias palabras como éstas se les podrían aplicar, a organismos internacionales como la ONU, OMS, OTAN, OEA, CEE y otras. Desde acá les decimos: organismos internacionales que se la pasan la mitad del tiempo, en reuniones y conferencias que no solucionan nada y la otra mitad del tiempo, ocultando el enriquecimiento ilícito de lo países ricos, ¿cómo quieren que tengamos fe en el futuro?
Los gobiernos, con economías de libre mercado, que le tienen fobia a la palabra estado, socialismo, subsidio, pueblo, reparto de riqueza, porque los limita en su promoción de la codicia, ahora manejan casi exclusivamente la parte política de los países. La otra, la que tiene que ver con la genuina riqueza y el bienestar de los pueblos, la manejan las nuevas mafias globalizadas, que al no tener ningún control por parte de estos gobiernos, que dejan que las economías funcionen solas, porque el dios mercado lo regula todo, gozan del libertinaje de pasearse, coludidos, con las esferas más tenebrosas del planeta tragándose lo que se pueda comprar y vender. El capitalismo, siempre ha comercializado con la pobreza de los pueblos, ¿o no es eso, la
explotación de los trabajadores? Pero ahora ya tienen en el paquete, mercancías
novedosas, como los órganos humanos, los medicamentos, la migración. Son nichos
nuevos de la globalización, que resultan muy rentables para todo aquél que no tenga escrúpulos y que quiera ser socio sobresaliente del neoliberalismo.
Todos los países pobres, envían lo más sagrado que tienen hacia los países ricos que pueden pagar un transplante: su salud. ¿Qué más estamos dispuestos a entregar, antes de despertarnos de la ilusión vana de que con el capitalismo viviremos bien y seremos una especie triunfadora en el planeta? ¿Vamos a esperar, que también nos vendan el agua por vasos y el aire en botellas para despertar? Averigue, estimado lector, cómo anda el tráfico de órganos en su país y se va a sorprender, de que usted también pertenece a los países que exportan los órganos de su gente.
Por eso, camarón que no se duerme, no se lo lleva la corriente.

No hay comentarios: