jueves, 14 de agosto de 2008

Los nuevos colores de la patria


Los guerreros del arco iris están renaciendo desde el anonimato, luego de quinientos años de ausencia.
El presidente Evo Morales ganó el referéndum contra todos los pronósticos malintencionados, de los medios de comunicación del mundo, que además daban a entender en todos los reportajes de violencia que pasaban sobre Bolivia, que la ultraderecha boliviana se estaba imponiendo con sus afanes separatistas y que poco menos que el presidente Morales estaba a punto de irse, derrotado. Viejos trucos con las mismas caras de siempre.
Ahora resulta que está bien que los grupos económicos del país quieran hacer tienda aparte repartiéndose el territorio nacional. Si esa hubiese sido una propuesta del pueblo boliviano, entonces: ¡Horror, los indios se están levantando, pecado mortal, Dios los va a castigar! El pueblo indígena de Bolivia, tiene un país y una soberanía propia que defender. Señores se acabó la época dónde no se les podía mirar a los ojos porque era falta de respeto, se acabó la época en que el indígena dejaba hasta su último aliento, trabajando para que sus riquezas se amontonaran para sus futuras generaciones. Se acabó la época en que ustedes eran dueños de la vida y la riqueza de Bolivia.
Pero al presidente Evo Morales y a su pueblo les espera una dura batalla, porque si hay algo que enloquece a la derecha y la pone más violenta que de costumbre es ver que sus privilegios sobre las tierras, alcanzados desde la época de la colonia, se les empiezan a esfumar. Además los aguiluchos de siempre están metiendo mano con la CIA, la embajada estadounidense y los medios de comunicación, nacionales e internacionales, contra el gobierno boliviano, en alianza con los separatistas. Y no les extrañe que si se ven perdidos revivan odios estériles, pero de origen histórico entre Bolivia y Chile, para provocar una guerra que no les caería nada mal, para aumentar el negocio de la venta de armas, apropiarse del gas y las mejores tierras productivas del país. Y si nada de esto les resultara, todavía podrían meterse con su ayuda humanitaria, ocultando las armas debajo del pan, con el apoyo logístico de las bases militares, que abundan en la región.
Ahora vemos que el planeta se nos agota y que si su manejo sigue en manos de los grupos más sanguinarios, más racistas y más violentos de la especie humana, empezaremos a pasar hambre, porque jamás en la Historia han tenido un manejo conciente y coherente de lo que la Pachamama nos ha ofrecido desde siempre y no tienen ninguna intención de enmendar errores tan vitales como el calentamiento global.
Hoy más que nunca es urgente que la espada de Bolívar transite libre por el continente, despertando los filamentos luminosos de los sueños indígenas de justicia, represados por más de quinientos años. Hoy ha llegado el momento de soltar todo ese caudal brillante del arco iris sobre las tierras latinoamericanas para evolucionar con nuestros hermanos, hacia un futuro más humano, más nuestro, que no nos venga del extranjero.

Y como camarón que no se duerme, no se lo lleva la corriente, siempre podremos incorporarnos como guerreros del arco iris, en bien del planeta y las futuras generaciones.
Foto de: xochipilli.wordsexpress.com

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