miércoles, 6 de agosto de 2008

Júbilo Constitucional.


Lo más hermoso de la nueva Constitución fue ver que la gente que la hizo posible, eran seres de carne y hueso, con debilidades discusiones, desacuerdos, pero siempre seres humanos bien intencionados, promoviendo nuevas ideas desde el centro de sus afectos. Sin maña, sin doble discurso, sin puñales ocultos.
Lo más hermoso, fue ver cómo aquéllos que querían cooperar con cosas absurdas, pero que según su punto de vista eran un aporte para el cambio, para la Revolución Ciudadana, también se acercaron a los asambleístas con sus propuestas.
Lo más hermoso, del proceso largo y tedioso de hacer la nueva Constitución, fue ver cómo los derechistas, estaban en minoría por primera vez y cómo quedaban al descubierto con sus mentiras articuladas como discursos vehementes, que provocaban un poco de lástima, pero siempre un poco más de risa.
Fue hermoso ver, cómo de ese estira y afloja cristalizaron derechos muy esperados por indígenas, mujeres, hombres y niños, naturaleza, territorio nacional, etc.
Fue hermoso ver que los artículos desfilaban a favor de seres humanos, no de cosas, ni de mercados, ni de tal o cual señor dueño de una parte del país.
Era hermoso sentir que se hacía algo nuevo, no perfecto, porque no estábamos de acuerdo en todo, incluso hubo derechos que no se pronunciaron en la nueva carta constitucional, pero por primera vez en la vida de muchas personas, se logró un acuerdo nacional en torno al sentir y al querer de un país entero.
¿No fue hermoso sentir que el Ecuador recuperaba en parte su soberanía territorial y su seguridad alimentaria?
Fueron días de un intenso sentimiento de estar vivos, de pertenecer a la especie humana con dignidad, de pie, con un futuro para construir.
No es la mejor Constitución del mundo, pero es la mejor Constitución que se ha hecho en el país por seres humanos con grandes ideas, para seres humanos con anhelos simples en el centro del pecho.
Los mismos que en el 98, dejaron botados por el suelo, artículos de su propia aceptación e invención, ahora tuvieron la osadía de decir que la nueva Constitución fue hecha al apuro. Ellos los partidos políticos que se apellidan cristianos y que han atracado al país con la venia silenciosa de la cúpula de la Iglesia Católica, ahora andan argumentando que por una coma la Constitución no sirve. Están quedando al descubierto con mentiras que rayan en el absurdo. ¿No es un mandamiento, no mentir?
Los socialcristianos y los democratacristianos y la Cúpula de la Iglesia Católica cristiana, están mostrando su verdadera cara, la misma cara falsa y mentirosa que han tenido siempre, pero que podían ocultar por el manejo absoluto de todo el poder político, económico y de los medios de comunicación del país. Debajo de las vestiduras añejas y corrompidas por la maldad de la codicia y la soberbia se les está asomando el esqueleto inmundo del entreguismo, del feriado bancario, de la dolarización, de la incautación de los ahorros de todo un pueblo, que lo único que ha querido, como todos los pueblos, a lo largo de su historia, es un trabajo digno, seguridad y respeto, para seguir viviendo. ¿Señores fabricantes de pobreza, este anhelo simple del pueblo ecuatoriano todavía les parece que es demasiado pedir? ¡Cómo les cuesta dejar una parte ínfima de sus privilegios, porque la verdad sea dicha, apenas les ha sido tocada una hebra del pelo, el resto de la peluca la tienen intacta todavía!

Por eso camarones que no se duermen no se los lleva la corriente.
Foto de: bp2.blogger.com

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