jueves, 14 de agosto de 2008

La nueva Constitución es futuro.


La cúpula de la Iglesia Católica en alianza con los partidos de derecha tradicionales como los socialcristianos, democratacristianos, y los menos tradicionales, pero no por eso menos derechistas: Priam, Sociedad patriótica y algunos movimientos bisagra que se van acomodando de acuerdo a sus intereses electoreros, se oponen a la nueva Constitución, argumentando mentiras fáciles de descubrir y encontrando pecado capital hasta en las comas. Mienten con tal soltura que nos sentimos insultados en nuestra inteligencia hasta el estupor. ¿Cómo pueden creer que la gente no se da cuenta que están mintiendo, si además lo hacen de una forma tan grosera y rústica? ¿Qué intereses tiene que ocultar la Iglesia para que haya salido con tal ímpetu a agredir el deseo legítimo de cambiar las cosas de todo un país, de todo un pueblo? ¿Es que de repente nos convertimos en un pueblo retardado que no entiende lo que lee? Es cuestión de revisar los artículos de la nueva Constitución que según la Iglesia y su partidocracia dicen que se puede acceder al aborto y al matrimonio de homosexuales, para darse cuenta que no es verdad: ellos mienten, inventan y calumnian. ¿O será que están acostumbrados a mentirnos tan inmisericordemente, que ahora sólo se les fue la mano?
Una Iglesia que le hacía Tedeum a las dictaduras militares, torturadoras y sanguinarias, propiciadas por Estados Unidos en Latinoamérica, una Iglesia que permitió que le mataran a sus sacerdotes comprometidos con la Teología de la Liberación, una Iglesia que se declaraba a cada paso como furibunda enemiga del comunismo, pero que era atenta y complaciente con la CIA y sus sucios enjuagues, una Iglesia que es comprensiva y encubridora con sus sacerdotes pedófilos y exageradamente manipuladora cuando se trata de un condón o del control de la natalidad, ¿puede hablar y enarbolar la bandera de defensa de la vida y la moral?
La Iglesia ha quedado atrapada en la rueda de la Historia como una institución que se olvidó de los preceptos más sagrados de su propia teología: ama a tu prójimo como a ti mismo y se volvió a vender como lo ha hecho a lo largo de su historia al poder y actualmente al poder del neoliberalismo. La diferencia hoy radica en que el pueblo tiene mucha más claridad para ver, sabe lo que quiere y no está dispuesto a dejarse convencer con los argumentos trasnochados y chantajeadores de siempre, porque ya sabemos que Dios siempre estará con los desprotegidos, los humillados, los abandonados.
Estos nuevos acontecimientos nos llevan a reflexionar sobre los valores éticos y morales, los que se supone sostienen a nuestro país y a la civilización actual y nos dan como saldo, que el pueblo ecuatoriano ha sobrepasado a las instituciones caducas que siempre estuvieron al servicio del verdugo de turno que manejaba el poder central y entre esas instituciones, por méritos propios cayó la Iglesia.
¿Puede la cúpula de la Iglesia encontrar justificaciones para aliarse con Nebot, un socialcristiano reconocido por sus afanes separatistas y ególatras, que sueña con convertir a Guayaquil en un feudo? Nebot, junto a sus socialcristianos fueron protagonistas de uno de los gobiernos más déspotas e inhumanos de la era demócratica de Ecuador. Este personaje caricaturezco que no pasó de cachorro de león, porque el pueblo no se lo ha permitido, tiene un pasado político tenebroso. Presenció actos de tortura, ejecutados por la policía, durante el gobierno socialcristiano de León Febres Cordero, cuando él era Gobernador de la provincia del Guayas. ¿Quién puede tener la sangre fría de ver cómo torturan a otro ser humano? ¿Es que le podemos confiar a un hombre como éste, por más puentes y carreteras que haya hecho en Guayaquil, los destinos de la nueva Constitución? ¿Con qué calidad moral puede venir a hablarnos de la defensa de la vida, si él ha sido uno de los defensores más apasionados de la pena de muerte?
Van a tratar de desprestigiar al presidente Rafael Correa y a sus colaboradores para desviar la atención de lo más importante que es el apoyo a la nueva Constitución. Recurrirán a más mentiras y cada vez serán más grandes. El que la cúpula de la Iglesia esté participando del mismo juego demuestra que será así.
Tenemos un desafío enorme por delante: defender a la nueva Constitución para lograr el tan ansiado cambio del país y sus viejas estructuras o quedarnos conformes con lo de siempre y seguir siendo los bueyes que jalan la carreta con toda la obesa partidocracia adentro.

Por eso camarones que no se duermen, no se los lleva la corriente.
Foto de: http://www2.freepichosting.com/images/421567385/...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Very fine......

Camarón Rojo dijo...

Thank you, bad girl

Camaron Rojo