Han pasado 35 años desde que el ejército y la derecha chilena, con la Democracia Cristiana como impulsadota, mentalizadora y ejecutora, del hecho, aunque siempre traten de hacerse a un lado, dieran un golpe de estado en Chile y mataran al Presidente Constitucional de la República, Salvador Allende. Hombre de gran valía, un ser humano ejemplar, revolucionario y comprometido con la Justicia y el bienestar del ser humano. Hombres como él nacen cada cien años, en cambió dictadores como Pinochet que sólo se recrean, en la violencia, el abuso, y el robo, porque estas perversidades, no requieren tener una sensibilidad especial, ni una mente brillante, campean por el planeta, haciéndose cada vez más ordinarios y más comunes al convivir mundial.
El calentamiento global, la contaminación y la Injusticia no se pueden atacar ni ahora ni nunca desde el centro de la economía de mercado, porque el mercado sólo sirve a sus amos, los dueños de la riqueza y la explotación. Chile es un ejemplo claro de ello. El regreso a la democracia sigue siendo el acto de depositar un voto en una urna cada cierto tiempo. El pueblo chileno está entrampado en el doble discurso de la derecha que lanza al aire en forma permanente toda una suerte de mentiras completas y verdades dichas a medias para mantener una hegemonía y control económico férreo del país.
Qué lejos están los días en que el término solidaridad, tenía toda la calidad humana que cabe en el concepto. La dictadura aparte del daño psicológico que le causó a todo un pueblo, logró con su violencia sin límites, borrar de las mentes o convertir conceptos tan altruistas y tan llenos de valores éticos, como el de igualdad, subsidio, solidaridad, revolución, comunidad, socialismo, en palabras ausentes del vocabulario cotidiano del pueblo chileno. Hábilmente, la derecha los ha sustituido por conceptos como, individualismo, ambición, competitividad, mercado, empresario, capital, PIB, macroeconomía, neoliberalismo, TLC, etc.
Han reemplazado desde la ideología oficial, que no es desgraciadamente la del gobierno actual, conceptos económicos, por derechos humanos.
El primer paso sería cambiar la Constitución que hizo Pinochet asesorado por un grupito de sus allegados y que a todas luces la hizo para beneficiar al poder económico de la derecha y al suyo propio. Cuando la izquierda chilena logre dejar sus afanes electoralistas y extirpe a la DC. de su costado, podríamos decir que habrá un cambio y un renacer de los principales valores éticos y morales, que coronan al ser humano para evolucionar, como un hombre y una mujer nuevos. Y mentes nuevas con verdaderas luces de inteligencia aparecerían para impulsar el nuevo comienzo.
Por eso camarón que no se duerme, no se lo lleva la corriente.
Foto de httpicarito.tercera.cl/s
El calentamiento global, la contaminación y la Injusticia no se pueden atacar ni ahora ni nunca desde el centro de la economía de mercado, porque el mercado sólo sirve a sus amos, los dueños de la riqueza y la explotación. Chile es un ejemplo claro de ello. El regreso a la democracia sigue siendo el acto de depositar un voto en una urna cada cierto tiempo. El pueblo chileno está entrampado en el doble discurso de la derecha que lanza al aire en forma permanente toda una suerte de mentiras completas y verdades dichas a medias para mantener una hegemonía y control económico férreo del país.
Qué lejos están los días en que el término solidaridad, tenía toda la calidad humana que cabe en el concepto. La dictadura aparte del daño psicológico que le causó a todo un pueblo, logró con su violencia sin límites, borrar de las mentes o convertir conceptos tan altruistas y tan llenos de valores éticos, como el de igualdad, subsidio, solidaridad, revolución, comunidad, socialismo, en palabras ausentes del vocabulario cotidiano del pueblo chileno. Hábilmente, la derecha los ha sustituido por conceptos como, individualismo, ambición, competitividad, mercado, empresario, capital, PIB, macroeconomía, neoliberalismo, TLC, etc.
Han reemplazado desde la ideología oficial, que no es desgraciadamente la del gobierno actual, conceptos económicos, por derechos humanos.
El primer paso sería cambiar la Constitución que hizo Pinochet asesorado por un grupito de sus allegados y que a todas luces la hizo para beneficiar al poder económico de la derecha y al suyo propio. Cuando la izquierda chilena logre dejar sus afanes electoralistas y extirpe a la DC. de su costado, podríamos decir que habrá un cambio y un renacer de los principales valores éticos y morales, que coronan al ser humano para evolucionar, como un hombre y una mujer nuevos. Y mentes nuevas con verdaderas luces de inteligencia aparecerían para impulsar el nuevo comienzo.
Por eso camarón que no se duerme, no se lo lleva la corriente.
Foto de httpicarito.tercera.cl/s
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